martes, septiembre 05, 2006

Mis dos primeros días de vacaciones.

Que coñazo de post. Ayer por la mañana fui al bar, al banco, al videoclub, y a planificar la preparación física de mis dos equipos. (NOTA 1: Hablar en otro post de mis dos equipos de este año y del del anterior). Luego a casa, a pasar calor, ordenar la habitación, ver la peli del videoclub y vaciar el disco duro para instalar el WOW. Por la tarde tarde, charla a las chicas, físico a los chicos y despues a Plaza de Castilla a disfrutar de la celebración, comprar la camiseta de los Golden Boys (recordatorio: pagarla) y el pañuelo de Banzai (que se supone que es lo que pone, aunque yo no estoy seguro, igual pone TONTO QUIEN LO LEA, o EL PORTADOR ES UN IMBECIL).

El caso es que la fiesta estuvo de puta madre. Los jugadores salían muy bien en la pantalla gigante, nos encontramos con un montón de gente conocida, viejos aficionados dementes, rivales de liga, gente de nuestro club, antiguos compañeros de trabajo... es increible lo pequeña y lo grande a la vez que puede ser la familia del baloncesto.

Despues de media hora de caminata hasta Rayo Buccón (nuevo nombre de guerra de mi coche despues de que mi madre viese Cars. Uy, es rojo y pequeño como el tuyo. Es rayo maccc... eso.) vuelta a casa y a prepararse para un nuevo día en la vida de Bucci.

Y como decían los hombres G. Hoy me he levantado dando un salto mortal (evitando el charco de sudor formado en la cama), he echado un par de huevos a mi sarten (no quedaba ni leche ni galletas) dando volteretas he llegado al baño (evitando los cacharros de la cocina que se cayeron del armario ayer), me he duchado y he despilfarrado el gel (uno con olor a melón del día que ya no fabrican), por que hoy algo me dice uqe voy a pasarmelo bien.

Y es que hoy ha sido el día. El viejo Bucci ha muerto. Bienvenidos a los primeros días del Bucci metrosexual. Ha sido comerme esa loncha de bacon mientras mi madre ojeaba el Que me cuentas y decirme: Tío, tu eres igual que ese tal Deiviz Vekaam. Asi que como dice Riki López (se va a hacer famoso y bien merecido lo tiene) cambiaré.

He empezado por ir al estilista. Me ha recomendado un cambio de look. Me ha cortado el pelo con una maestria impecable. He pasado del clásico corte de pelo muy corto muy corto para evitar peinarme en un mes, a un corte escalonado hecho a maquina por abajo (un 2 para no ser excesivos) y con la tijera por arriba.

Habíamos pensado en unas mechas pero no nos poníamos de acuerdo con los colores, yo le decía que azul oscuro, azul claro o albino, mientras que el estilista decía que de eso ni hablar que o rubio platino o rojo pasión fuerte. Como el que pagaba era yo y no me hacía caso ni mechas ni hostias.

Vuelta a casa, y nuevo problema. El vestuario. Me he mirado en el espejo, hecho el elefante como el del anuncio, y entre trompazo y trompazo me he dicho: Tío, estas tan bien de metrosexual que tienes que lucirlo.

Me he puesto una camiseta semiajustada, sin mangas y me he ido así a entrenar. Con dos cojones. Y ahora, mientras me preparo la cena microbiótica que me he preparado (ser metrosexual es lo que tienes, tienes que comer como un pajarito, sólo un jabalí por comida) me doy cuenta que esto de ser metrosexual es una mierda.

Mañana me vuelvo a poner las mangas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario